
Con respecto al seguimiento en la ganancia de peso durante el embarazo se han establecido rangos desiguales de acuerdo al estado nutricional pregestacional de la madre, o del estado nutricional al momento de la evaluación. Si antes del embarazo la madre era normopesada, es decir, que tenia un Índice de Masa Corporal (IMC) entre 19.8 y 25 Kg/m2, la ganancia total durante los 9 meses debería ser entre 11.5 y 16 kilogramos, con una ganancia promedio durante el primer trimestre de 2 Kg, y de 5 a 7 kilos durante el segundo y tercer trimestre respectivamente. Especial interés debemos tener en aquellas pacientes que miden menos de 156 cm, cuyo aumento de peso debe ser a nivel del límite inferior, es decir, no mayor de 11,5 Kg durante los 9 meses de embarazo. Por el contrario, aquellas pacientes adolescentes normopesadas, deben tener una ganancia de peso a nivel del límite superior recomendado.
Aquellas pacientes que antes de estar embarazadas tenían un IMC menor a 19,5 Kg/m2, que según consensos internacionales, las clasificamos como desnutridas o bajo peso, la ganancia de peso durante los 9 meses de gestación debe ser entre 12,5 y 18 Kg, con un control estricto mensual del peso materno y fetal.
Por el contrario, las mujeres quienes antes de embarazarse tienen un IMC mayor a 26 Kg/m2, es decir, que se encuentran sobrepasadas u obesas, deben tener una ganancia total durante el embarazo de 7 a 11,5 Kg, con una ganancia no mayor de 1,5 Kg durante los primeros tres meses de gestación, y menor de 4 Kg durante el segundo y tercer trimestre respectivamente (0,3 Kg semanales a partir de la semana No 13).
Dichas recomendaciones son tomadas de acuerdo a las observaciones de médicos especialistas que han evaluado cómo el peso pregestacional de la madre puede influir en el crecimiento y desarrollo de alguna alteración en el feto, recién nacido o si dicho peso tiene alguna repercusión en la infancia del niño.
Ahora bien, el manejo nutricional de la paciente embarazada obviamente será de acuerdo a su diagnostico nutricional: si es normopesada, bajo peso u obesa. Es bien conocido el aumento de las necesidades energéticas durante el embarazo para satisfacer las demandas tanto de la madre como la del feto. Estas necesidades calóricas van a depender de factores como el peso pregestacional, las semanas de embarazo y la actividad física.

Sin embargo, toda paciente embarazada debe recibir una dieta individualizada de acuerdo a su estado nutricional, evolución del embarazo, tolerancia a ciertos alimentos, saciedad o condiciones especiales especificas.
@DraAnaAdames
@DraEstherArrue
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