Según recientes estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, en el mundo hay más de 22 millones de niños menores de cinco años obesos o con sobrepeso. En Estados Unidos se ha visto que la población que más está desarrollando obesidad infantil es la Afro-Americana y la Hispana así como las personas de bajos niveles de ingresos. Investigaciones nos han demostrado que cuando un niño de tres años tiene sobrepeso, tiene 8 veces más probabilidad de ser un adulto con sobrepeso, con todos los riesgos que esto conlleva. La obesidad está relacionada con la diabetes de tipo 2, la hipertensión arterial y las enfermedades del corazón. Así que es esencial que nos propongamos combatir la obesidad infantil desde el principio.
Si mi niño(a) es gordito(a), ¿eso quiere decir que es obeso(a)? La obesidad se define como el exceso de grasa en el cuerpo y esto no se determina con kilos o libras sino con el Índice de Masa Corporal (IMC) que se calcula dividiendo el peso de la persona en kilos por su altura en metros. Sólo medimos el IMC en niños mayores de 24 meses y se considera que son obesos los niños que están por encima del 95 percentil de peso/ altura. Determinar si tu niño(a) sufre sobrepeso o es obeso(a) es muy difícil en la primera infancia ya que hay muchos factores que pueden entrar en juego, así que es mejor que consultes con tu pediatra, quien te ayudará a determinar si tu pequeño(a) tiene sobrepeso y también puede guiarte en qué estrategias seguir para prevenir la obesidad.
¿Qué podemos hacer para prevenir la obesidad infantil? Aunque hay factores genéticos que pueden predisponer a ciertos niños al sobrepeso, es sobre todo nuestro modelaje de buenos hábitos de alimentación y salud lo que más va a ayudar a combatir este problema. Nuestros pequeños no solo aprenden de nosotros sino que están también muy influenciados por la publicidad que ven, las comidas que les sirven en la escuela, los patrones alimenticios de sus amigos y demás. Hemos de crear un mensaje consistente en casa y enseñarles a comer de manera saludable.
También podemos tener un papel activo en nuestro entorno, por ejemplo en la escuelita, pidiendo comidas nutritivas y saludables. Proveer a nuestros niños con una dieta equilibrada que contenga gran variedad de alimentos nos asegurará que estamos proporcionándoles los nutrientes que necesitan. Una dieta saludable contiene una variedad de frutas, vegetales, legumbres, cereales (pan, pasta, arroz) y proteínas. Lo importante es minimizar los azúcares (pasteles, caramelos) y las grasas saturadas. Las porciones dependen mucho de niño a niño. Es importante enseñarles a escuchar su cuerpo y comprender las señales que éste les da, la señal de hambre, la señal de saciedad, y no obligarles a comer cuando nos dicen que ya no pueden más. Hemos de enseñarles también a elegir su comida y tomar decisiones saludables. A menudo usamos la comida para hacerles pequeños chantajes a nuestros hijos. Si evitamos darle este mensaje confuso a nuestros pequeños, les ayudaremos a comprender que la comida es una necesidad y no una recompensa. No todo es alimentación, un estilo de vida activo es tan importante como nuestra dieta.
Hoy en día a los niños miran televisión o juegan con video juegos durante horas y horas. La Academia Americana de Pediatría no recomienda televisión para niños menores de 2 años y limitar la televisión a no más de dos horas al día para los mayores de 2. Es crucial que les demos la oportunidad de hacer actividad física cada día,jugar, correr, brincar, ir al parque, caminar a las tiendas con sus papas, son todas actividades esenciales para el desarrollo físico del niño(a) y para prevenir el sobrepeso. Como siempre, nosotros somos los principales modelos de nuestros pequeños, si tenemos una dieta saludable y un estilo de vida activo, les ayudaremos a tomar las decisiones correctas para tener un estilo de vida sano a largo plazo. ¡La salud nos concierne a todos! La Dra. Helena Duch es psicóloga infantil y familiar especializada en trabajar con familias que están planeando, esperando y criando a niños en la primera infancia. La Dra. Helena tiene un doctorado en psicología infantil y escolar de New York University y una maestría en Psicología del Desarrollo Infantil de Columbia University y es licenciada en Psicología Clínica por la Universidad Ramon Llull en Barcelona. Además la Dra. Helena está licenciada como psicóloga en el estado de Nueva York y en España, su país natal. NOTA: Este artículo es para fines educativos solamente y no reemplaza una consulta médica o psicológica. No debes usar esta información para diagnosticar o tratar un problema de salud o de comportamiento sino consultar a algún médico o profesional de salud mental que te examine en persona y que esté autorizado para practicar su profesión en la localidad donde vives.
VIA www.todobebe.com
DRA ANA ADAMES
MEDICO NUTROLOGO
DRA ESTHER ARRUE
MEDICO NUTROLOGO
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