viernes, 12 de abril de 2013

EFECTO YOYO... EFECTO REBOTE... OTRA VEZ SOY GORDIT@



El Efecto Rebote es recuperar el peso que, el paciente con sobrepeso u obesidad, ha perdido después de haber realizado una dieta. Incluso se han reportado ganancias de más del 20 % sobre el peso inicial. Este efecto puede presentarse desde una semana hasta 2 años luego de haber finalizado la dieta, y puede llegar a ser devastador emocionalmente ya que la persona no se da cuenta de lo que ocurre sino hasta que ha pasado ya un tiempo considerable.

Al Efecto Rebote también se le conoce como "Efecto Yoyo" debido a la forma como cambia el peso de la persona a lo largo del tiempo: primero baja cuando está realizando la dieta, luego sube cuando deja de hacerla, y baja nuevamente cuando la persona comienza a hacer dieta otra vez, sólo para continuar el ciclo.

Esta complicación viene dada generalmente por la realización de dietas estrictas, no supervisadas, las cuales no son inocuas, es decir, pueden ser peligrosas no solo desde el punto de vista metabólico sino también emocional del sujeto. Los malos resultados de estas dietas producen desazón y pérdida de la autoestima del paciente afecto de obesidad. 

Cuando se cumple una dieta desbalanceada y extremista (una dieta en la que se suprime completamente un nutriente, o se consume un número muy bajo de calorías), ocasiona que al cabo de, aproximadamente, una semana el cuerpo note de que no tiene los insumos necesarios para funcionar adecuadamente. Como resultado de ello, se activan señales de alarma que indican a todos los sistemas que deben funcionar al mínimo. Es a lo que se llama "modo de emergencia o de ahorro". El cuerpo se adapta a la cantidad de energía y nutrientes que se le está suministrando.

Para hacerlo, empieza en primer lugar a perder agua debido a que los nutrientes que ayudan a movilizar y almacenar el agua en el organismo están ausentes o hay muy pocos, y luego se pierde músculo, ya que este tipo de tejido tiene un alto consumo de energía y además, se pueden obtener algunos nutrientes de ese tejido "reciclado".

Tanto el agua como la masa muscular son densas, y cuando se pierden el individuo nota un descenso importante en su peso. Esta situación se prolonga por el tiempo que dura la dieta. Cuando se ha llegado al peso deseado o cuando simplemente ya no aguanta más seguir en dieta, comienza a comer todo aquello que dejó de comer antes. Dado que el cuerpo está ahora acostumbrado a una menor energía y tiene menos músculo, el exceso de alimentos no se usa sino que se almacena en forma de grasas. Esto ocurre por un buen tiempo, dado que el organismo, temeroso de que en cualquier momento el sujeto deje de comer otra vez, prefiere almacenar todo lo que se consume, previendo posibles emergencias futuras.

En ese tiempo, se recuperan los kilos que se han perdido. Pero ahora la situación peor, ya que lo perdido fue, principalmente, agua y músculo, y lo que se recuperó fue grasa. Terminando con varios kilos de más, un peor físico, un metabolismo deteriorado, y la autoestima aún más baja.

Muchos pacientes terminan sintiendo que hacer dietas es inútil, porque a la larga todos vuelven a ganar peso, para pasar a una nueva dieta, y en muchos casos volver a ganar más peso del que tenían al comienzo.


Lo importante no es llegar, sino mantenerse. Una persona que baja de peso debe de tomar acciones para enfrentar el siguiente paso: el mantenimiento del peso. Esto significa que cambiar de hábitos y adoptar una vida más saludable es un compromiso para toda la vida.
A menudo romper con el efecto yoyo o estabilizar el peso perdido es suficiente. A veces mantener el peso perdido es a menudo más difícil que perderlo. Mantener el peso corporal en torno a un valor en particular resulta un gran desafío para muchos y es aquí donde obtenemos una fiel prueba de nuestros hábitos alimentarios, ya que éstos, como la palabra lo dice, son constantes y regulares, por lo que, a pesar de que podemos variar entre 1 y 2 kilos, generalmente ayudan a tener un peso estable.

Es necesario enfocar la pérdida de peso no solo hacia la realización de una “dieta” sino al cambio de hábitos de vida que hagan dicha pérdida de peso lograda sostenible en el tiempo. El cambio del comportamiento requiere conocimiento, motivación y estrategias para su implantación y, sobre todo, para su mantenimiento. Los cambios en la alimentación y en el ejercicio son importantes, pero además necesitan apoyo y compromiso del paciente, de su entorno (familia y amigos) y de su médico. 

@DraEstherArrue
@DraAnaAdames